Badajoz. Azuaga. Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación



SAGRARIO de la Custodia-

Diseñado y construido en 1574 por el platero llerense Cristóbal Gutiérrez. Consta de varios pisos superpuestos. En el primer piso, en su parte inferior, se representan escenas de la vida e infancia de Cristo: Nacimiento, Huida a Egipto, Presentación en el Templo, etc.

En la parte central de los cuatro lados del sagrario se representan el Bautismo de Jesús, la Flagelación, la Santa Cena y el Calvario. Se remata este nivel con esculturas de san Pedro, Judas, Mateo y Santiago Apóstol.




El segundo piso tiene forma de pequeño templete circular con sólidas columnillas de orden toscano y relieves a través de medallones que representan a santa Olalla, santa Catalina, san Sebastián y Santa Lucía. El repertorio iconográfico se completa con ángeles músicos y la representación del tetramorfo.
El tercer nivel es ocupado por otro templete que acoge pequeñas columnas jónicas y relieves de Evangelistas y Santos Padres.

Todo se remata con una alegoría de la Resurrección, de bulto redondo realizada a través de la técnica de cera perdida al igual que las otras imágenes.

Key words: Escenas de la vida del Señor, Jesucristo Resucitado

Córdoba. Parroquia de San Miguel. Capilla de la Adoración




Una de las parroquias fernandinas de Córdoba, pero remodeladas en el barroco. A la izquierda, en una nace lateral, en la cabecera de la Iglesia se halla una capilla del sagrario con un friso superior en su entrada que señala el año de construcción: 1761 y junto a él las palabras, O sacrum convivium in quo Christus sumitur: tomadas de santo Tomás de Aquino: «¡Oh sagrado banquete, en el que se recibe al mismo Cristo, se renueva la memoria de su pasión, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura».

El Sagrario en madera dorada como todo el retablo, tiene una maravillosa puerta policromada en la que se representa a Cristo Buen Pastor, en una zona montañosa, un corderillo le mira y una oveja se encarama sobre él y el Pastor divino la acaricia. A los pies en el centro, El Sagrario en madera dorada como todo el retablo, tiene una maravillosa puerta policromada en la que se representa a Cristo Buen Pastor, en una zona montañosa, un corderillo le mira y una oveja se encarama sobre él y el Pastor divino la acaricia. A los pies del Pastor, una corriente de agua clara. Unos árboles y un cielo de fondo, contribuye a dar a la imagen una sensación de paz y es fácil sentirse esa oveja que se acerca al buen Dios.

La ventaja de este Sagrario es su claridad para poder fijarse en su puerta a la hora de hacer un rato de oración o de adoración ante él y meditar sobre ese Buen Pastor que está en su interior y que me deja que me acerque a Él para contemplarle y también para pedirle todo lo que necesito.










Si queremos profundizar más, sentiremos la voz de Jesús que nos dice: “Yo soy el buen pastor” (Juan 10,11), y como cada una de las siete declaraciones de Jesús, diciendo registradas “Yo soy”, contenidas en el Evangelio de Juan, descubriremos que con ellas el Señor nos quiere mostrar su identidad y su relación con nosotros. Pero Jesús no es un pastor más, Él es el único (cfr. Sal 23, Zac 13, 7, Heb 13,20, 1 Pe 2,25; 1 Pe 5, 4). Y además es bueno absolutamente, en contraposición a lo malo y con una bondad interior que nadie puede superar. Es tan absoluta su bondad y su amor, que da la vida por sus ovejas.
Key Words: Jesucristo: Buen Pastor, Ovejas, Corriente de agua, Siglo XVIII