La Coruña. Montecelo (San Pantaleón das Viñas)



El sagrario que voy a describir está en una casa de convivencias en san Pantaleón das viñas, ayuntamiento de Paderne, en la provincia de A Coruña, que se llama Montecelo.
Es un Sagrario de plata con un pequeño frontón superior y dos columnillas de mármol verde enmarcando la puerta. Todo el sobre un pequeño soporte de piedra y plata.
La decoración de la puerta es la venida del Espíritu Santo sobre la Virgen y los Apóstoles. La Virgen ocupa el centro de la escena, rodeada de los apóstoles y el Espíritu Santo en la forma tradicional de paloma está en la parte superior. Sobre todos caen unas lenguas de fuego. Es el nacimiento o la consolidación de la Iglesia. “La accion conjunta e inseparable del Hijo y del Espíritu Santo, que está en el origen de la Iglesia, de su constitución y de su permanencia, continúa en la Eucaristía” EdeE, 23
Con la encíclica Ecclesia de Eucharistia se ha vuelto a recordar la relación estrecha entre Iglesia y Eucaristía: la Iglesia es para la Eucaristía y la Eucaristía es para la Iglesia, de ahí que está portada no se pueda considerar como meramente devocional, sino una forma admirable de hacernos presente que sin la Eucaristía no podemos hacer nada, Sine me Nihil potestis facere, sin la Eucaristía la Iglesia se tambalearía.
La historia de la salvación está en el periodo del Espíritu Santo, de la Iglesia, Gracias s a El tenemos a Dios con nosotros, vivimos de la presencia real sustancial del Kyrios. La Eucaristía es para la iglesia el lugar donde convergen todas las miradas, en el esta la fuerza, la esperanza, la razón de ser de cada uno de los cristianos que tienen que proponerse el ser otros Cristos. La oracion ante el sagrario nos tiene que llevar a este convencimiento y a pedir al Espíritu que nos aumente la fe, que nos haga conscientes de nuestra tarea y que ese amor que ha puesto en nuestros corazones, aumente en nosotros, para que llenos de la libertad del amor continuemos la tarea de la corredencion.
El pequeño frontón con el calvario nos ayuda recordar el amor De Dios que nos dio a su hijo amado para que muriera por nosotros y nos siguiera salvando a través de su iglesia que nació de su costado abierto. Casi desdibujado, pero como fondo se entrevén unos muros, unas torres, puede ser Jerusalén, pero también puede ser la ciudad humana, que se vivifica con la muerte de Cristo actualizada junto con su Resurrección en la celebración eucarística.
De una manera incomprensible, encima de este frontón se ha puesto otra cruz.
El conjunto es de una gran belleza y el entorno con un pequeño retablo de la Virgen y el Niño ayudan a centrar la oración y la acción de Gracias.

Key words: Pentecostés, María, Espíritu Santo